Pensamiento: «Las apariencias engañan. Lo que no parece, es,… y lo que parece, no es.»

Muchas veces ha sucedido que cuando vemos a una persona por primera vez, nos hacemos la idea de que esa persona es esto y lo otro, y en varias ocasiones sin haber tratado a esa persona, hacemos diagnósticos que pueden ser inciertos e incorrectos.

Cuántas veces hemos sentido: este parece ser mala persona, … y resulta ser que no lo es; o solemos pensar… este parece ser buena gente, … y resultó ser lo contrario,

Es por eso, no debemos apresurarnos en calificar a una persona a simple vista, porque podemos quedar sorprendidos o podemos estar equivocados.

Apresurarse a juzgar a una persona, ya sea por su apariencia, incluso por sus fallas y errores, no permitirá ver su verdadera personalidad.

La Biblia dice: … porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 1 Samuel 16:7

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Jeremías 17:9

No todo lo que dicta el corazón es lo correcto. Pero uno cosa debemos de hacer, y es que sin importar las apariencias de las personas, debemos amarles así como Dios nos ama a cada uno de nosotros.

Dios bendiga tu vida de manera sobreabundante.

por Dorcas Anaya de Córdoba